Max Valier nació en Italia el año 1913. Estudió matemáticas, física y astronomía. Fundó la Sociedad para El Vuelo Espacial de Alemania de donde saldrían las grandes figuras de la carrera aeroespacial mundial como Werher von Braun —la más importante figura procedente de la Alemania nazi en la NASA, y así mismo, el principal responsable de llevar el hombre a la Luna— o Herman Oberth. Muy inspirado en las teorías de su colega Herman Oberth, expuestas en Los Cohetes en el Espacio Interplanetario, Valier conjuntamente a Fritz von Opel desarrolló cohetes propulsores, destinados en su origen a aumentar la velocidad de los automóviles de competición.
Desde los ingenieros nazis a la agencia aeroespacial americana:
Desgraciadamente, esta tecnología a posteriori fue empleada también por el ejército alemán para crear sus destructivas armas y misiles en general. Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, y mediante la operación Paper Clip, que tuvo como finalidad al adelantarse en el fichaje de los científicos e ingenieros nazis a Rusia, los alemanes incorporarían su tecnología a los cohetes espaciales estadounidenses (incluido el que llevó el hombre a la Luna).
Valier, por lo tanto e indirectamente, fue uno de los máximos responsables de que el hombre llegara a pisar la Luna en 1969.
Sus aportaciones al mundo:
Diversos libros de ciencia ficción y muy adelantadas teorías científicas. El primer auto propulsado por cohetes, varios prototipos de autos y aviones basados en el mismo sistema. La construcción de automóviles, trineos y varios vehículos de igual tecnología, que alcanzarían los 380 km/h —una increíble proeza pensando que nos hallamos alrededor de los años veinte o treinta del pasado siglo—.
Uno de sus más célebres artículos personales se llamaba: De Berlín a Nueva York en una hora.
